Ford Motor de Venezuela se suma a la campaña “Juntos somos más”
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Con el paso del tiempo son muchas las investigaciones que se han centrado en el tema de cómo la tecnología podría ofrecernos baterías para autos eléctricos con mayor autonomía de las que ya existen en el mercado, sin embargo, no se había encontrado la forma de crear una batería más sostenible para el medio ambiente.
Actualmente, un equipo de investigadores del departamento de energía del Oak Ridge National Laboratory sostienen que es factible utilizar cauchos usados para la construcción de baterías, de esta forma se estaría reciclando uno de los elementos más contaminantes de un vehículo y convertirlo en algo positivo.
Este proyecto plantea la sustitución del ánodo de carbono de las baterías de iones de litio por el material resultante de la conversión del caucho usado. El ánodo de carbono es primordial en las baterías porque está cargado negativamente y se probó para el almacenamiento de litio durante el proceso de carga de la batería. Dicho proceso, según detalles en un artículo de la revista RSC Advances aunque aún están en una fase inicial de su desarrollo, apunta hacía un éxito en cuanto a baterías de generaciones futuras.
La técnica utilizada por este grupo de instigadores, es un tratamiento de recuperación de carbono pirolítico al descomponer el caucho en trozos diminutos, para luego pasarlos por un baño de ácido sulfúrico. Después de filtrarlo éste pasa a ser una pieza solida que solo necesita ser calentada por nitrógeno para transformarse en carbono necesario para emplearlo como ánodo, gracias a su tenencia de poros milimétricos.
Los estudiosos realizaron esta batería a gran escala en el laboratorio arrojando una capacidad de 390 mAh/g, superando a las actuales que rondan los 370 mAh/g, por lo que se espera será establecida como la más rentable en los próximos años.